Tan solo con rociarle un poco de laca del pelo en las ventosas, aireamos un poco, colocamos y listo! Ya no se caerá más.
Otro truco es empapar un algodón en leche y aplicarlo a las ventosas.
Tened en cuenta que ha de ponerse en superficies lisas y no porosas, como, espejos, cristales de una mampara, ventana, o en azulejos esmaltados en brillo.